Los problemas del turismo en un ambiente general de crisis, no sólo consiste en constatar que la demanda de viajes no fluye como antes, sino que es también el agotamiento de la imaginación que había inspirado el progreso.
No podemos olvidar que las innovaciones, voluntad de poder, se fortifican con métodos de pensamiento y acción. Además, el desarrollo turístico implica un esfuerzo colectivo de todos sus actores para que ese desarrollo no se vuelva tautológico y finalmente contradictorio.
En consecuencia, es preciso desplazar la reforma del desarrollo turístico del dominio de sus impactos negativos, al dominio de su componente económico, político, social,moral y cultural en especial en las zonas rurales, con el objetivo de innovar en el tema de solucionar la pobreza.
Es posible asistir a la comunidad receptora para que ella misma, organizada en grupos, pueda innovar y hacer sus propios negocios o su propia posada o alojamiento alternativo. Lo que pareciera más complejo, porque hay que cambiar modos de ser y comportamientos arraigados, es que surja un cambio tecnológico y algunas mejoras, que permitan ofertar servicios de mayor calidad.
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