miércoles, 22 de agosto de 2007

Indicadores para el turismo sustentable

Indicadores para el turismo sustentable
Por
Marcia Blázquez, Ivan Muray y Joana Garau

RESUMEN

Las islas Baleares han destacado por su magnetismo turístico, que ha favorecido su especialización funcional y su consiguiente adaptación económica, social y territorial. El objetivo del trabajo es la caracterización de los factores geográficos de este ámbito en su evolución más reciente (para la década que transcurre entre 1989 y 1999).

Por ser el turismo una actividad que se cuenta entre las más sostenibles (al menos a nivel local de los destinos, y dado que extrae servicios y no productos del medio) y en el contexto institucional del establecimiento de medidas de limitación de la presión demográfica (moratorias turística y urbanística, impuesto turístico y elaboración de una nueva ley general turística), el trabajo diagnostica los principales déficit y riesgos en que incurre el sistema imperante, mediante el establecimiento de indicadores de sostenibilidad.

En sintonía con los propósitos planteados por el desarrollo sostenible, se definen y determinan 44 indicadores demográficos, económicos, sociales y ambientales, para aportar elementos de juicio a la sociedad balear, que contribuyan al debate y a la participación pública, en pos del apoyo a las mencionadas medidas institucionales.

Los resultados más relevantes y clarificadores son: el incremento de la presión demográfica del 13%, la densidad demográfica máxima (contabilizando la población flotante) de 292 hab/km2 en julio de 1999 superior en un 84% a la de la población residente, el incremento de la capacidad de alojamiento del 9% (de 1991 a 1999), la acentuación de la inequidad en la distribución de la riqueza del 270%, el aumento del 28% del precio medio de compra de vivienda (Mallorca e Ibiza), la disminución de la capacidad de acceso a la vivienda de alquiler del 35%, el incremento del parque móvil de vehículos del 48%, el aumento de la extensión urbanizada del 5% (1989-1995) alcanzándose el 4,6% de la extensión total de las islas y el 22% del litoral (que se incrementó en un 3%), el incremento del 11% de la edificación alcanzando el 3,1% de la extensión total de las islas, la desprotección urbanística de espacios naturales por ley o decreto de 191 ha, el incremento de la dotación de agua por habitante y día en un 7%, consumiendo los municipios turísticos el 65% más que los no turísticos, el incremento del consumo de energía del 54% (acentuándose sobremanera a partir de 1994) y el incremento del 9% en la producción de residuos sólidos urbanos por persona y día (1996-1999).

Pese al propósito comunicativo y participativo del proyecto -que tiene continuidad con la constitución de un foro y la preparación de una exposición- el equipo de investigadores aprovecha esta comunicación para presentar algunas medidas aplicables, en la consecución de estrategias de desarrollo sostenible.

1. MARCO TEÓRICO Y METODOLOGÍA

Los indicadores de sostenibilidad han de ser instrumentos críticos para el análisis de la actividad humana (AZAR, et al., 1996). Los criterios para la construcción de un buen indicador de sostenibilidad son: la objetividad de su procedimiento de cálculo, su relación con objetivos políticos, su utilidad pública, su claridad y aptitud divulgativa, su cobertura de fenómenos sistémicos y su comparabilidad en el tiempo y en el espacio (MOFFAT, 1996; HANLEY, et al., 1999; VAN DER BERGH y VERBRUGGEN, 1999).
Los indicadores se distribuyen, con el propósito de su equilibrio, entre los ámbitos: demográfico, económico, social y ambiental. También se diferencia entre los indicadores de estado -que son los más usuales, por ser descriptivos-, de presión -volcados a explicar las causas- y de respuesta -que dan cuenta de los remedios aplicados-.

El vector demográfico se estable como la causa principal de los desajustes económicos, sociales y ambientales. En sintonía con la definición de impacto humano formulada por HOLDREN y ERLICH (1974), su etiología responde a tres variables: en primer lugar la población, es decir, el número de usuarios en un territorio determinado, siendo evidente que un número muy elevado de personas en un territorio concreto provocará un importante impacto medioambiental; en segundo lugar, su nivel de consumo, es evidente que el impacto humano depende más de las pautas de consumo de esa población que no del número de personas; y finalmente, el nivel tecnológico de esa sociedad, si tenemos tecnologías obsoletas y contaminantes el impacto también será superior.

El análisis de la transformación territorial de las Islas Baleares durante el periodo de estudio se apoya en los resultados de trabajos previos (RULLAN, 1995, 1999 y 1999, BLÁZQUEZ, MANERA y RULLAN, 1999), que establecen la manera en que la economía y los agentes sociales han "construido" el espacio balear.

Las estadísticas oficiales proporcionan suficiente información para desarrollar los propósitos del estudio. En la mayoría de casos, sólo se precisó su combinación -en el caso de los indicadores agregados-, tabulación (no por ello menos trabajosa o carente de ingenio) e ilustración comunicativa. En algún caso concreto, en que la información que se precisaba no estaba disponible o no era fiable (por ejemplo, extensión de la urbanización y de la edificación, o cuantificación de los usuarios reales y la extensión de las playas), se recurrió a la explotación de cartografía digital mediante el uso de un SIG, la fotointerpretación o el trabajo de campo.

2. RESULTADOS

Los 44 indicadores establecidos se presentan en la tabla 1, ilustrándose la tendencia de su evolución con flechas. El resumen presenta los resultados de los 14 que se consideran más útiles e ilustrativos, mientras, a continuación se desarrolla una selección más reducida de 4, con la explicación de su metodología y el detalle de sus resultados.

Tabla 1. Indicadores de sostenibilidad turística establecidos

1.Vector Demográfico
1.1 Índice de presión humana
1.2 Índice de presión turística
1.3 Capacidad de alojamiento
1.4 Entrada de pasajeros en aeropuertos
1.5 Entrada de pasajeros vía terrestre
1.6 Entrada de pasajeros vía cruceros

2. Indicadores socioeconómicos
2.1 Del mundo laboral : equilibrio laboral, de estabilidad laboral, estacionalidad laboral, tasa de paro, evolución de los salarios, distribución de la riqueza.
2.2 De Vivienda: precio de la vivienda, acceso de la vivienda
2.3 De inversión : balanza de pago, sistema de gestión ambiental, parque móvil de vehículos, disponibilidad de vías, parque móvil de unidades para transporte recreativo, disponibilidad de amarres, demanda real y potencial de playas, superficie disponible de playas y certificación de calidad de playas.
3. Territorio: uso de suelo, cambios de uso del suelo, urbanización, edificación, ocupación urbana en el litoral, infraestructura vial, tendidos eléctricos, incendios forestales, protección de espacios naturales.
4. Agua: consumo de agua, balance hídrico, depuración de aguas residuales.
5.Energía: consumo bruto de energía, consumo eléctrico. Índice de intensidad energética, indicador de energía renovable, emisiones de CO2
6. Residuos y basuras: producción de basura, reciclaje de basura,
7. Construcción: consumo de cemento.

La población residente se extrae de los padrones municipales, mientras que para la población flotante se ha utilizado la contabilidad del tráfico de pasajeros de puertos y aeropuertos (con el objeto de incluir el turismo reglado y el ilegal, los trabajadores temporeros y la ausencia de residentes).

El método toma como punto de partida el inicio del año 1994, añadiéndose y restándose el tráfico de pasajeros (CONSELLERIA DE MEDI AMBIENT, 2000). Por consiguiente, el análisis revela la presencia real mensual de personas. Los resultados más fiables se limitan al periodo 1994-1999, para el cual es posible su cruce con datos oficiales de ocupación turística (también a partir de la creación de la Oficina pel Seguiment de l'Oferta, OSO). El conjunto del archipiélago balear alcanzó 1.465.689 en julio de 1999 (1.047.208 en Mallorca, 170.379 en Menorca y 248.202 en las Pitiusas).

Este dato fundamenta indicadores agregados -respecto del consumo de agua y energía o la producción de residuos posibilitando mejores aproximaciones a la cuantificación de la sostenibilidad de los hábitos individuales.

2.2 La capacidad de alojamiento

Este indicador se basa en el Censo de la Vivienda del año 1991 actualizado, año con año, con las licencias de obras concedidas (que el Ministerio de Fomento proporciona para núcleos de más de 10.000 habitantes, cuya media se extrapola al resto de núcleos). La ratio de ocupantes por vivienda utilizada es 3. También se añaden las plazas turísticas facilitadas por la Conselleria de Turisme del Govern de les Illes Balears. La figura 2 muestra los resultados y el aumento del 9% para todo el periodo, ilustrándose el "boom" de la construcción a partir de 1996. La capacidad de alojamiento final (1999) es de 1.802.568 plazas (1,4 millones residencial -y turística "no reglada"- y de 412.279 plazas turísticas).

2.3 La edificación

El indicador tiene por objeto la cuantificación del territorio edificado. La fuente es la cartografía digital, en concreto la capa de edificaciones del mapa topográfico escala 1:25.000. El método utilizado ha consistido en la conversión de dicha capa en una shape de ArcView y la superposición de una retícula (grid raster), de 1 ha por cuadro. Se han calculado los metros lineales de pared para cada hectárea, mediante una operación de SIG. Las cuadrículas edificadas se han jerarquizado en función de esta variable, a partir de la media de metros lineales edificados de todas ellas -139- y su desviación estándar -198-. El resultado se ha confrontado con la cartografía y la fotografía aérea para determinar el umbral a partir del cual se consideraría la cuadrícula edificada, con el propósito de excluir urbanizaciones poco consolidadas, edificación extensiva o infraestructuras. El resultado ha sido la consideración de suelo edificado para las cuadrículas que tienen un longitud edificada superior a la media más media desviación estándar, esto es más de 238 m.
El procedimiento se ha aplicado a la cartografía digital realizada el año 1989 y para su actualización parcial de 1995. Al resultado para 1995 se le ha restado el de 1989, para determinar el incremento de la edificación para este periodo, evitando los posibles errores descartando las variaciones de menos de 10 m. Según este cálculo, el incremento de la edificación es del 11% de media, en sólo cinco años; ocupando la edificación el 3,1% de la extensión de las Islas Baleares, según la extrapolación del cálculo a todo el territorio. La agregación de este indicador con el de la urbanización del territorio (figura 3) -que muestra que el 5,1% del territorio se puede considerar de ocupación urbana- determina su grado de consolidación.

2.4 El consumo energético per cápita

La metodología utilizada asume que los combustibles vendidos por la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH) en Baleares son equivalentes a consumos. Se añaden las importaciones de carbón y fuel oil para la producción de energía eléctrica y naftas para la producción de gas. Se han unificado las unidades de los diferentes recursos energéticos a toneladas equivalentes de petróleo (TEP). Diferenciando los tipos de recursos energéticos se ha determinado su distribución según sectores de actividad, de los cuales destacan el doméstico y de servicios, 44% de media para el periodo (mayoritariamente procedente de consumo de energía eléctrica), la automoción, 25% y la aviación, 20%. El índice de presión humana, antes presentado, sirve para diagnosticar los cambios de hábitos de consumo al agregarse a éste del consumo energético global. El indicador muestra una evolución semejante para todas las islas (figura 4), superando la media del periodo de estudio a partir del año 1996, en cada una de ellas. Además, se muestra en qué medida Mallorca (con 1,95 TEP per cápita) se halla por encima de la media balear (1,85 TEP per cápita). La evolución del indicador es de un incremento del 54%. La aceleración económica, que se reemprende el 1994, según se desprende del consumo energético global, coincide con un aumento de la insostenibilidad de los hábitos de consumo.

Este indicador propicia la determinación de indicadores subsidiarios: el índice de intensidad energética, que pone en relación la energía utilizada con el PIB (TEP necesarias para producir un millón de pesetas); capacidad de producción de energías limpias; emisiones de CO2 y huella ecológica, mediante el establecimiento de la superficie de vegetación natural necesaria para absorber el CO2 generado por el consumo energético.

3. PROPUESTAS DE MEDIDAS DE DESARROLLO SOSTENIBLE

Los límites de capacidad de alojamiento (1,8 millones de personas) y de frecuentación máxima (1,5 millones) actuales, mantienen aun expectativas de crecimiento exorbitantes en torno a los 4,2 millones de habitantes potenciales, en el horizonte de desarrollo total del planeamiento urbanístico vigente (RULLAN, 1999).

La estrategia más acertada para reorientar el desarrollo de las islas Baleares hacia su sostenibilidad es la limitación del crecimiento del vector demográfico, rebajando el techo poblacional y programando su consumación.

La orientación política de los gobiernos autonómico e insulares favorece el planteamiento de estrategias de desarrollo sostenible, que se concretan en:
· La reclasificación de suelos urbanizables como rústicos, limitando el crecimiento urbano (como se ha hecho, por ejemplo en la revisión del planeamiento urbanístico del municipio de Calvià, aprobado definitivamente en julio de 2000, que reclasifica 13 sectores que suman 1.441 ha).

· El establecimiento de cuotas anuales de crecimiento edificatorio. La iniciativa también la encabeza el consistorio calvianense, con la programación temporal de la concesión de licencias de obras de uso residencial y turístico en suelo urbano, mediante el establecimiento de plazos mínimos y máximos para su ejecución.

· La aplicación de figuras de la Ley 4/89 de Conservación de Espacios Naturales y de la Flora y la Fauna Silvestres. Por esta vía que se superpone al planeamiento urbanístico y a la ordenación del territorio, se planifica y se gestiona el medio natural y el rural (por ejemplo, en las sierras de Llevant de Mallorca y en Cala d'Hort de Ibiza).

· La limitación del aprovechamiento edificatorio del suelo rústico para uso de vivienda. La legislación balear vigente permite la edificación de viviendas uni familiares en dicha clase de suelo, con volúmenes de hasta 1.500 m3. La conculcación del requisito "unifamiliar" posibilita el desarrollo de oferta turística ilegal. La rebaja de este umbral máximo a márgenes razonables imposibilitaría esta ilegalidad.
Pese a que las propuesta básicas se deben centrar en la cuantía de la variable demográfica, también se hace necesario aplicar otras medidas que afecten al consumo y al nivel tecnológico. La planificación económica y territorial se convierte en la herramienta imprescindible para reconducir una región hacia la sostenibilidad.

4. CONCLUSIONES

La autonomía gobernativa que proporciona el actual marco legal posibilita la reorientación del desarrollo de las actividades económicas, sobre todo mediante la ordenación del territorio y sectorial. Esta ventaja estructural, apoyada por nuestro sistema democrático y la progresiva concienciación ciudadana por la mejora de la calidad de vida, la sostenibilidad y la solidaridad, deben posibilitar la intervención de las instituciones públicas, en las líneas marcadas de racionalización y comunicación.

Por consiguiente, el trabajo que se presenta pretende aportar los indicadores de sostenibilidad turística para que sean utilizados como herramientas objetivas, de interés público, útiles, claras, sistémicas y comparables, apoyando la toma de decisiones políticas.

Pese a que el objetivo del estudio de referencia se limita a la diagnosis de la situación socioambiental, la presente comunicación introduce propuestas de limitación del crecimiento de la capacidad de acogida, para frenar la progresión del vector demográfico.


5. REFERENCIAS

* AZAR, C. et al.: "Socio-ecological indicators for sustainability", Ecological Economics, 18, pp. 89-112.


Van der BERGH, J.C.J.M. y VERBRUGGEN, H. "Spatial sustainability, trade and indicators: an evaluation of the ecological footprint", Ecological Economics, 1999, 29, pp. 61-72.
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BLÁZQUEZ, M.; MANERA, C. y RULLAN, O.: "Sobre el model de creixement económico-territorial a les societats avançades i el Desenvolupament Sostenible. Algunes dades per la reflexió". Seminario Internacional Desarrollo Sostenible en el Mediterráneo. Entre la realidad y la utopía. Actas, 12-16 Marzo 1997,

Sa Nostra, Caixa de Balears, Obra Social i Cultural, Palma, 1999.
* CONSELLERIA DE MEDI AMBIENT, ORDENACIÓ DEL TERRITORI I LITORAL. DIRECCIÓ GENERAL DE RÈGIM HIDRÀULIC: Análisis recopilatorio de la población estable y flotante en Baleares durante el per
iodo 1994-1999, Palma, informe inédito, 2000.
*

HOLDREN, J. Y ERLICH, P.: "Human Population and the Global Environment", Ambio Science, 1974, 62, pp. 282-292.
*

HANLEY, N. et al.: "Measuring sustainability: a time series of alternative indicators for Scotland", Ecological Economics, 1999, 28, pp. 55-73.
*

MOFFAT, I.: Sustainable Development. Principles, Análisis and Policies, Londres, The Partenón Publishing Group, 1999.
*

RULLAN, O.: "Legislación balear versus territorio y medio ambiente", en VILA, A. Y PUJOL, J.L. (eds.): Turismo y territorio, Palma (Mallorca), Colegi Oficial d'Arquitectes de Balears, 1995, pp. 153-178.
*

RULLAN, O.: "De la Cova de Canet al Tercer Boom turístic. Una primera aproximació a la geografia històrica de Mallorca", El medi ambient a les Illes Balears: qui és qui?, 27-29 Noviembre 1997, Sa Nostra, Caixa de Balears, Obra Social i Cultural, Palma, 1998.
*

RULLAN, O.: "Crecimiento y Política territorial en las Islas Baleares (1955-2000)", Estudios Geográficos, LX (236), 1999, pp. 403-442.
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AGRADECIMIENTOS
Esta comunicación se fundamenta en el proyecto de investigación del mismo título, financiado por el Centre d'Investigació i Tecnologies Turístiques de les Illes Balears (CITTIB), Conselleria de Turisme, Govern de les Illes Balears

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